“Voy por la calle y un escaparate llama mi atención, me gusta lo que veo y entro en la tienda, huele bien, suena una música agradable y todos mis sentidos despiertan, ese hormigueo que recorre tu estómago cuando algo te gusta…me dejo llevar y disfruto del placer de comprar.”
El visual merchandising es el arte de hacer que nuestra tienda capte la atención del cliente, le invite a entrar y sienta una sensación agradable en todos los sentidos, consiguiendo así que recorra nuestro local y compre.
Todo debe de estar pensado, el escaparate, dónde y cómo se coloca el producto, el olor y la música del local, hasta la forma de atender al cliente. El objetivo es conseguir que el cliente tenga una experiencia de compra positiva y que nos vuelva a visitar.
El valor añadido del pequeño comercio es la personalidad y carácter de cada uno. Sabemos quiénes somos y lo que vendemos, y lo que tenemos que conseguir es dar la mejor imagen posible para poner en valor nuestro negocio. Para ello debemos crear una atmósfera que consiga transmitir los valores de nuestro negocio, captando el interés del cliente y haciendo que recorra nuestro local para así propiciar el deseo de compra.
Cada comercio debe ser único y especial, por eso es importante saber lo que vendemos y a quién se lo vendemos. Debemos crear nuestro propio universo.
En función de las características del local en cuanto a distribución debemos estudiar cuáles son los llamados puntos calientes. ¿Qué es un punto caliente? Aquellas zonas de la tienda que venden más, allí donde el cliente va sin pensar como la entrada, el pasillo o los probadores.
Nuestro objetivo es multiplicar las zonas calientes y para ello debemos crear visuals estratégicos de diferentes formas: colocando espejos, una iluminación especial, una colocación del producto creativa etc. Estos visuals conseguirán potenciar la venta del artículo que nos interese. De esta manera obtendremos un espacio dinámico que sorprenda al cliente habitual.
Otro punto muy importante para conseguir una imagen atractiva es la colocación de producto. Podemos diferenciarlos por familias o por las diferentes características de los mismos como color, tamaño o forma. Podremos formar composiciones creativas en algunas zonas y en otras en cambio optar por una colocación ordenada de almacenamiento. Si el producto va en estanterías deberemos tener en cuenta que la parte inferior, por debajo de 50 cm y la superior a partir de 1,70 son zonas frías que podremos usar como almacenamiento o para exponer algún artículo de gran volumen. La rotación del producto hará que sorprendamos al cliente.
En definitiva, hacer atractivo todo lo que tiene que ver con nuestro negocio, desde el escaparate, la tienda física, la online si la tenemos pasando por la comunicación en redes sociales consiguiendo así una imagen de marca multicanal.
Hola buenas tardes;
Me gustaría tener información sobre el curso de Visual .
Hola Susana,
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Un saludo,