Tus clientes no te comparan con todo lo que existe; te comparan con aquello que conocen.
La sala de venta es el escenario perfecto donde el cliente descubre la experiencia que le ofreces. Como lo diseñes marcará la diferencia entre la mediocridad y la excelencia de la relación.
Según las organizaciones de consumidores el 75% de las ventas dependen de la localización del producto en el espacio de venta. Por ello podríamos decir que el visual merchandising es la clave para vender más y mejor.
CONECTAR, PERSUADIR y FACILITAR la experiencia de compra es todo un arte que requiere de conocimiento, observación y experiencia; no en vano, es una capacitación indispensable en nuestra profesión.
Si acudimos a la definición de visual merchandising encontraremos que es el conjunto de técnicas basadas en la presentación, que se aplican en el punto de venta, con el fin de conseguir la mayor rentabilidad, colocando el producto en el lugar adecuado, durante el tiempo preciso y de la forma y precio más conveniente.
Vemos entonces que el concepto es lo suficientemente amplio como para abordarlo en diferentes áreas de aplicación.
En nuestras formaciones de “La Tiendología” los tratamos en 4 aspectos bien diferenciados:
A.- Visual de Presentación: dónde pondremos el foco y aplicaremos diferentes técnicas para acercar el producto al cliente, aumentar la rentabilidad y la rotación del producto.
B.- Visual de Gestión: planificando al detalle la localización exacta del producto en la sala de venta. Priorizando aspectos como la visibilidad en función del concepto de usos, las gamas, lineas y referencias, así como las diferentes formas de presentación que nos permitan generar circuitos de circulación en la tienda a través de puntos focales estratégicamente situados.
C.- Visual de Seducción: en el que trataremos de generar vínculos con la marca, personalizaremos el espacio y trabajaremos a fondo la experiencia de cliente tanto desde el aspecto racional cómo más emocional, conociendo y trabajando los tres canales perceptivos preferentes (visual, auditivo y kinestésico)
D.- Visual de Fidelización: orientado a que la experiencia sea tan favorable que provoque un recuerdo inolvidable en el cliente que haga que desee repetir la experiencia. Para ello se hace necesario simplificar al máximo los procesos, potenciar la eficiencia de los recursos económicos y de tiempo del cliente.
A priori todo esto nos puede parecer un tanto complicado, pero realmente el ingrediente secreto común a todas estas técnicas, es para nosotros el sentido común.
Cuestiónatelo todo y bajo el principio de que si es bueno para tu cliente, es bueno para ti, experimenta, prueba, mide los resultados y si éstos no te parecen razonables, reinvéntalo de nuevo.
Como dijo el neurólogo Donal Calne:
“Es la EMOCIÓN la que nos lleva a la ACCIÓN.
La RAZÓN nos lleva a elaborar CONCLUSIONES”