La diferencia radica en los detalles: en el comercio local, la atención personalizada, el servicio atento, el conocimiento del producto, la disposición del lugar, la sonrisa detrás del mostrador y los detalles en la decoración o el escaparate pueden destacar frente a las grandes empresas.
A menudo pasamos por alto la comunicación olfativa y subestimamos el impacto que una fragancia puede tener al entrar en un local. Sin embargo, está claro que el aroma sugiere cuidado en cada detalle, transmitiendo un mensaje poderoso.
Los estudios de neurociencia muestran que, a pesar de nuestra capacidad racional, seguimos siendo impulsados por instintos primarios al tomar decisiones, lo cual es crucial en nuestras ventas. Si bien una fragancia por sí sola no aumentará las ventas, es un elemento más que influye en la decisión de la persona clienta de elegir un establecimiento.
Ser identificado por una fragancia al entrar en un lugar es una forma efectiva de ser reconocido y crear una sensación acogedora y familiar. Por lo tanto, desarrollar una estrategia de comunicación olfativa puede ser una manera sutil y agradable de conectar con el público y establecer un vínculo duradero.
¿Qué consideraciones debemos tener en cuenta al aromatizar nuestro establecimiento?
Es fundamental conocer a nuestra clientela y el mensaje que deseamos transmitir. Tanto el mensaje como el producto o servicio ofrecido son igualmente importantes. ¿Deseamos ser memorables? Debemos elegir una fragancia polarizante, que puede gustar a algunas personas, pero no a otras, o buscar una que atraiga a la mayoría, aunque sea menos memorable.
Es crucial dejar de lado nuestros propios gustos y centrarnos en el mensaje que queremos enviar con la fragancia elegida. Estos son aspectos clave a tener en cuenta al buscar una fragancia para nuestro establecimiento.