“El comercio da vida a los pueblos y ciudades. Los escaparates y fachadas de nuestros negocios deben conformar un zócalo comercial atractivo que llame la atención del viandante.”
El escaparate es nuestra presentación al público. Es el primer impacto visual y por lo tanto debe captar la atención del cliente. Anuncia lo que vamos a encontrar en el interior.
El primer factor a tener en cuenta es el emplazamiento de nuestro local. Debemos diferenciarnos del resto de locales, bien sea por el color de nuestra fachada, la iluminación o el rótulo.
Los factores que determinan el diseño del escaparate son, por un lado, la determinación del punto focal, es decir, allí donde queremos que mire el espectador y, por otro lado, la forma de la composición que conforman los artículos expuestos y el número de objetos incluidos en ella. Debemos prestar especial cuidado a la iluminación para realzar tanto el punto focal como las características de los objetos expuestos.
Para conseguir captar la atención de las personas que pasan a menudo delante de nuestro escaparate, es primordial que haya una rotación cada 10 o 15 días aproximadamente y por supuesto siempre debe estar limpio y ordenado.
Podemos exponer pocos productos mostrados con inteligencia o muchos agrupados de forma creativa. Se trata de conseguir una escena que ponga en valor lo que vendemos y sea coherente con lo que nos vamos a encontrar en el interior del local. Podremos optar por un escaparate conceptual que incite al espectador a entrar porque hemos conseguido despertar su curiosidad o por un escaparate en el que se vea claramente el producto que vendemos, en este caso es la colocación del producto y el atrezzo lo que debemos cuidar especialmente. El atrezzo utilizado debe realzar el producto expuesto.
Tan importante es saber lo que debemos hacer como lo que NO debemos hacer. Prestar especial atención al atrezzo que utilizamos, no puede ocultar el producto ni restarle importancia. No rotar el escaparate da una sensación de dejadez y falta de novedades en el negocio.
Además del escaparate físico, ahora contamos con un escaparate virtual, las redes sociales. Este debe seguir las mismas pautas y coherencia que el físico. Debe transmitir un estilo de vida y con todo ello conseguir una imagen de marca multicanal. Podremos utilizar los procesos de creación de visuals del interior del local como el cambio de escaparates físicos para crear contenido para nuestras redes sociales y así alimentar el escaparate virtual y crear la necesidad de compra.