Ni todas las personas ni todos los clientes somos iguales. Esta afirmación tan obvia nos obliga como responsables de un comercio a identificar los perfiles de nuestros clientes objetivo. No es posible cubrir todas las necesidades de todos los consumidores al mismo tiempo. Por tanto, es imprescindible orientar nuestro negocio a cubrir sus necesidades.
La mayoría de los comercios locales no tienen muy claro cuál es su mercado objetivo, mientras que las grandes corporaciones multinacionales de cualquier sector se gastan mucho dinero en entender quién es ese público al que quieren llegar.
Y no lo hacen porque les sobre el dinero, sino porque gracias a este conocimiento pueden tomar mejores decisiones como por ejemplo seleccionar el surtido óptimo u ofrecer una experiencia de compra ideal para estos clientes.
Pero vayamos por partes, ¿qué es el mercado objetivo? Es un conjunto de consumidores que comparten necesidades comunes y que tienen una mayor predisposición a comprar un producto o servicio que el resto del mercado.
Es importante resaltar que el mercado objetivo es una decisión estratégica del comercio: ¿A quién me quiero dirigir? Y uno de los errores más extendidos entre los comercios locales es responder “a todo el mundo”.
Si elegimos un público objetivo muy concreto y especifico podemos hablar de nicho de mercado, de un segmento de mercado muy pequeño. Esto tiene la ventaja de que podemos crear una propuesta de valor muy ajustada a estos clientes. Por el contrario, si estamos en un segmento demasiado pequeño, corremos el riesgo de no tener suficiente clientela.
Si conseguimos que una parte importante de nuestra clientela (todas las personas que compran en nuestro comercio) pertenezcan a esta definición de publico objetivo significará que nuestro negocio está bien planteado.
Pero ¿cómo creamos una definición de nuestro público objetivo?
Es importante crear un “retrato robot”. Debemos de responder preguntas clave como: Dónde vive, qué cosas son importantes en su vida, cómo es su vida, cuáles son sus aficiones, qué papel juegan en su familia y en su entorno o cómo es su estructura familiar.
En este ejercicio es probable que nos aparezcan más de un público objetivo para nuestra tienda. Y esta bien, podemos tener unos cuantos, pero no deberíamos tener más de 3 o 4.
Y ¿qué utilidad tiene tener identificado nuestro público objetivo?
Pensar en estos perfiles de clientes nos permitirá definir mucho mejor nuestra propuesta de valor, nuestro surtido y nuestra experiencia de compra. Y si lo hemos hecho bien y hemos adaptado estas variables correctamente en nuestro negocio, la clientela que entre por la puerta se debería parecer a nuestra descripción y debería salir muy satisfecha de la visita.
Buen post
Muy interesante, muy bien explicado y se lee en un momento.
Este tipo de información nos ayuda a enfocar la reflexión sobre cómo mejorar.
Gracias