Estas herramientas funcionan mucho mejor si, en vez de utilizarlas por separado, se utilizan conjuntamente y apoyándose las unas en las otras para conseguir un objetivo. Es decir, cuando todos los recursos del ecosistema digital de un negocio están hilados y trabajan en el mismo sentido:
Este ecosistema está compuesto generalmente por:
- Web
- Estrategia de SEO
- Publicidad online
- Redes Sociales
- Analítica
Vamos a comprender qué papel debe cumplir cada uno pensando en el proceso de venta online.
¿Por dónde nos conocen?
● SEO: el SEO (Search Engine Optimization) consiste en posicionarnos en la parte superior de la primera página de Google (u otros buscadores) de una forma orgánica, es decir, sin pagar. Aquí entran en juego las famosas palabras clave (keywords) que no son más que las palabras que nuestra clientela puede estar buscando en Internet y ante cuya búsqueda queremos aparecer. Por ejemplo: “impermeable niña”, “crema solar pieles sensibles”… Ante estas búsquedas tenemos que intentar posicionar nuestras fichas de producto, o un artículo en nuestro blog.
Estas búsquedas de nuestra clientela puede afinarse aún más: “impermeable niña Bilbao”, “crema marca X Barakaldo”… En este caso hay una clara intención de comprar en local y lo que se posicionará aquí especialmente, será nuestra Ficha de Google.
Por tanto, debemos pensar cuáles serán las búsquedas que podrían atraer hasta nuestro negocio o productos/servicios concretos y utilizarlas en la descripción de nuestro negocio y nuestros productos, si tenemos u blog, también en artículos que escribamos y por supuesto, en publicaciones en nuestra Ficha de Google.
El objetivo del SEO es atraer clientela a nuestra web o negocio y es un trabajo constante.
● Publicidad digital: a través de este canal, conseguimos visibilidad para nuestro negocio pagando por publicar anuncios en medios digitales (Google, redes sociales, webs de noticias, etc.). El objetivo, al igual que el SEO, también es atraer a la clientela. En este caso, podremos pagar en buscadores por aparecer ante determinadas búsquedas con palabras clave. También podremos pagar por anuncios para crear confianza y familiaridad con nuestro negocio y sus productos. Por último, podremos crear anuncios que enganchen con alguna oferta.
La publicidad es una pata más de nuestra estrategia digital y, si queremos tener más visibilidad y por ende, más ventas, será esencial considerarla dentro de nuestro presupuesto en promoción.
● Social Media: las redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok, Twitter, LinkedIn, Youtube, etc. nos ayudan a presentar nuestro negocio en internet, generar confianza entre los que no nos conocen y mantener la relación con quienes ya nos conocen.
Son el boca a boca digital y mucha gente ojeará tus redes cuando le hablen de ti, o vea un anuncio… No olvides cuidar la imagen que das de tu negocio en estos canales y tener siempre la información de contacto y de tus horarios bien actualizada. Un negocio con una buena imagen en redes, que publica al menos dos veces a la semana, nos da la confianza para ir un paso más allá y contactarles por chat, llamarles o ir directamente a su tienda.
¿Dónde toman la decisión y ejecutan la compra?
● Web: tanto si vendemos o no en ella, será el lugar para presentar, informar y dar confianza a nuestra potencial clientela de los servicios y/o productos que ofrecemos. Aquí hay que poner toda la carne en el asador y de un primer vistazo (desde la página de inicio), dejar claro a el/la visitante/a de que somos especialistas en X y que somos expertos en esto o aquello, que tenemos X clientes que nos avalan…
La web tiene también que servirnos para crear ingresos o, al menos, ahorrar los costes. Incluye información que tu clientela tenga que consultar habitualmente (preguntas frecuentes, consejos de uso…), muestra tu catálogo de productos o servicios para facilitarles las compras, da la opción de realizar reservas o incluso de comprarte online.
También es interesante aprovechar la web para invitar a la gente a seguir en contacto. A través de redes (incluyendo links directos a tus perfiles) o a través de pasar a formar parte de un grupo especial de clientes/as. La forma más habitual de materializar esto es ofrecer la posibilidad de suscribirse a una Newsletter vía Email, pero cada vez más, se usan también canales de mensajería instantánea (como WhatsApp o Telegram) para mantener informada a la clientela.
¿Todos los negocios deben tener web o tienda on-line propia?
No necesariamente. Por ejemplo, los pequeños negocios de barrio que proveen de productos y/o servicios a una zona geográfica muy concreta a lo mejor no necesitan de una web propia para mostrar su oferta. Puede ser suficiente con el Perfil de Empresa de Google (antes conocido como ficha de Google My Business). Ese espacio será entonces clave para presentar su empresa, su oferta y las características que la hacen especial.
¿Cómo fidelizamos a nuestra clientela?
● Las redes sociales también entran en juego en este paso. Al finalizar un intercambio comercial, es interesante animar a nuestra clientela a que nos siga en redes y pensar en contenidos exclusivos para ellos/as, en promociones, sorteos y otras sorpresas para premiarles por estar ahí.
● Emailing y chats (como WhatsApp): son canales que nos ayudan a mantener la relación directa con las personas que ya conocen nuestro negocio (nos han tenido que dar su email y/o teléfono y autorizarnos para mantener esa comunicación). Al conocernos ya, estas personas, por lógica, estarán más abiertas a la oferta que les hagamos. Eso sí, es importante que personalicemos nuestros mensajes, seleccionando al grupo de personas que puede está más interesada en la oferta que tenemos que hacer. Por ejemplo, enviando una oferta de la marca X a quienes sabemos que ya la han comprado previamente y no a toda la base de datos.
Tu base de datos de emails o teléfonos es un gran tesoro, cuídala y no la quemes.
¿Cómo saber si lo vamos haciendo bien?
● Analítica digital: nos permite medir los resultados que estamos obteniendo con nuestras acciones de marketing on-line. Es fundamental para saber si lo que estamos haciendo en el universo digital funciona o no, si vale la pena dedicarle el tiempo que le dedicamos, etc.
Si tenemos una web, será importante tener instalada una herramienta de analítica como puede ser Google Analytics, que nos permita a analizar de donde nos viene el tráfico para poder respondernos a preguntas como: ¿Nos está funcionando bien el SEO? ¿Qué redes sociales no están trayendo más tráfico? ¿Qué productos de mi web son los más vistos? Conocer estas respuestas nos ayudará a tomar decisiones en nuestra estrategia de marketing y mejorar cada día.
Por otro lado, las propias redes sociales y las herramientas de Emailing, tienen su propio sistema de estadísticas, que nos permitirá saber que publicaciones se han visto más o qué emails se han abierto en mayor medida.
¿Tenemos que utilizar todos estos recursos para ser visibles en Internet?
Claro que no. Tenemos que utilizar sólo aquellos que nos van a ayudar a conseguir nuestros objetivos de negocio, apoyen las ventas y que, conforme a nuestros recursos (tiempo, personal, presupuesto), vayamos a ser capaces de actualizar y mantener. Es mejor no tener un blog que tener un blog abandonado o una red social en la que no se ha publicado nada desde hace meses da una muy mala imagen de nuestro negocio. Nuestra clientela puede llegar a pensar, incluso, que hemos cerrado el negocio.